Con WrestleMania 41 a la vuelta de la esquina, WWE hizo una pausa en medio del frenesí para mirar hacia atrás y rendir homenaje a algunas de sus figuras más influyentes. Desde el Fontainebleau en Las Vegas, se celebró la ceremonia del Hall of Fame 2025, una noche cargada de emociones, recuerdos y tributos a leyendas que marcaron la historia de la industria.
El gran protagonista del evento fue Paul “Triple H” Levesque, quien encabezó la clase de este año tras recibir la sorpresa por parte de Shawn Michaels y The Undertaker. Pero no estuvo solo: la clase de 2025 reunió nombres históricos y momentos icónicos que merecían su lugar eterno en la memoria del wrestling. En esta noticia realizaremos un resumen de lo sucedido en el Hall of Fame.
Michael Cole y Pat McAfee se encargaron de conducir la gala. Cole compartió anécdotas personales, como cuando veía televisión de la WWWF o asistía a retransmisiones por circuito cerrado de los primeros WrestleMania mientras estudiaba en Nueva York. Emocionado, confesó que narrar los momentos de Booker T, Gunther, Tiffany Stratton y hasta de Dirty Dom ha sido un privilegio, pero que ser anfitrión del Hall of Fame era “el mayor honor de su carrera”.
La ceremonia del Hall of Fame 2025 tuvo uno de sus momentos más emotivos con la inducción de Lex Luger. Un repaso en video mostró momentos inolvidables de su carrera, desde la legendaria escena levantando a Yokozuna, pasando por el icónico Lex Express, hasta aquella noche en la que venció a Hulk Hogan en el episodio 100 de Nitro. Voces como Sting, DDP, Eric Bischoff, Cody Rhodes, Seth Rollins y Shawn Michaels aparecieron en clips pregrabados para rendirle tributo.
El encargado de presentar a Luger fue su amigo Diamond Dallas Page, quien recorrió sus logros deportivos antes de la lucha libre y recordó el momento trágico en el que Luger quedó cuadripléjico. Estaba allí, por casualidad, esa noche, ayudando a subirlo a la camilla en lo que describió como "una historia más increíble que cualquier ángulo de wrestling".
Lex Luger, visiblemente emocionado, apareció en silla de ruedas, pero se puso de pie en el podio para dar su discurso, a pesar de haber “tomado un bump en el aeropuerto de Atlanta”, según sus propias palabras. Con humildad, resumió su vida como un viaje desde "el penthouse, a la cárcel, a no tener casa”. Citó el himno “Amazing Grace” y agradeció a quienes lo apoyaron incluso “cuando era imposible de querer”, mencionando repetidamente a su pastor Steve, quien lo guió hacia una nueva vida espiritual.
Explicó cómo, al no haber crecido viendo lucha libre, no comprendía del todo la conexión con los fans. Eso cambió el día que entró por primera vez a un Wal-Mart y fue recibido con afecto por los aficionados. “Hoy en día, me he convertido en fan del wrestling", confesó, cerrando así un círculo personal. Dedicó el reconocimiento a su familia, especialmente a su madre, quien alguna vez le preguntó si lo iban a incluir en el Salón de la Fama. "Espero que me esté viendo esta noche", dijo con la voz quebrada antes de terminar su discurso.
Kamala recicibió su tributo con mensajes grabados de The Undertaker y Jerry “The King” Lawler, quienes recordaron su importancia durante los años 80. Entre los clips mostrados, destacó el mítico momento en que Kamala levantó a Andre The Giant en Mid-South Wrestling, dejando claro que su impacto en la industria fue real y poderoso. En el público, Jean Harris, esposa de Kamala, recibió una ovación en su honor.
Después, llegó el turno de la siguiente introducida de la noche: Michelle McCool. En un video previo a su presentación, figuras como Trish Stratus, Mickie James y Natalya la reconocieron como la cara visible de la era Divas. De profesora de secundaria a luchadora, McCool se lanzó al mundo del wrestling tras aceptar un reto y presentarse al Diva Search, comenzando una carrera que dejaría huella tanto en el ring como fuera de él.
Mark Callaway, más conocido como The Undertaker, fue el encargado de presentarla. “Es Las Vegas, es viernes por la noche… he venido a pasarlo bien, no a quedarme mucho rato”, bromeó, antes de lanzar un discurso lleno de anécdotas. Recordó cómo McCool “lo persiguió durante meses” hasta conquistarlo y destacó que fue la primera en tener en su haber el campeonato de mujeres y el de Divas. También la describió como “una mujer de fe” que lo ayudó a ser mejor esposo y padre, y aseguró que muchas de las oportunidades actuales para las luchadoras existen gracias al camino que McCool ayudó a abrir.
En su discurso, Michelle compartió su recorrido desde el momento en que dejó pasar una llamada del código 203 (oficinas de WWE), hasta escuchar el buzón de voz que le cambiaría la vida. “En ese momento supe que era suficiente”, declaró con emoción. Uno de los momentos más íntimos llegó al revelar que lleva 25 años lidiando con enfermedades renales y hepáticas. Recordó un ingreso hospitalario crítico tras una gira internacional, que la dejó 16 días alucinando, aunque no detalló el motivo. Su resiliencia fue aplaudida por todo el recinto.
En los agradecimientos, no faltaron los clásicos: su familia, Layla, Fit Finlay, Stephanie McMahon, sus hijos y, por supuesto, “su querido esposo Mark”. Entre risas, también le agradeció por haberla perseguido después de todo y no rendirse ante sus negativas.
La ceremonia del Salón de la Fama tuvo un momento para los pesos pesados,literalmente, con la inducción de una de las parejas más imponentes que ha pisado el ring de WWE: The Natural Disasters. Desde su debut en los años 90, Earthquake (John Tenta) y Typhoon (Fred Ottman) dejaron huella por donde pasaron, y este homenaje hizo justicia a su legado.
Michael Cole dio pie al segmento al señalar entre el público a Jimmy Hart, manager clave en la historia del equipo. Las familias de ambos luchadores subieron al escenario para aceptar el reconocimiento. El hijo de Earthquake, John Tenta Jr., compartió una anécdota entrañable: lo sorprendió viendo en VHS su icónica aparición en “Quake Burgers” como si aún disfrutara, en silencio, del personaje que tanto impacto generó. Su hija, Johanna, confesó que está entrenando para convertirse en luchadora, siguiendo el camino de su padre. “Él quería ser recordado como un buen heel, pero gracias a su equipo con el Tío Fred, también será recordado como un gran babyface".
Fred Ottman, visiblemente emocionado, tomó la palabra y agradeció al universo WWE por el reconocimiento. Habló de Tenta como “su hermano de otra madre” y recordó cómo nació la pareja: acababa de posar como Tugboat en un photoshoot en Rhode Island cuando recibió la llamada para convertirse en Typhoon. El resto es historia. Ottman cerró reconociendo que, más allá del personaje, John Tenta fue un padre ejemplar y un ser humano aún más grande que su personaje.
El Hall of Fame 2025 no solo rindió tributo a leyendas individuales, sino también a uno de los combates más influyentes en la historia de WrestleMania: el combate entre Bret “The Hitman” Hart y “Stone Cold” Steve Austin en WrestleMania 13. Un enfrentamiento que, más que una lucha, fue un punto de inflexión narrativo en WWE.
Para muchos, incluido CM Punk, quien fue el encargado de introducir este “Momento Inmortal”, fue el mejor combate en la historia de WrestleMania. Punk se lo tomó con humor: “Me dieron dos minutos, pero podría hablar dos horas de esto”. Destacó a Ken Shamrock como árbitro especial y a la ciudad de Chicago, cuya energía fue clave en la atmósfera caótica e inolvidable del encuentro.
El homenaje incluyó palabras de Mick Foley, Jerry Lawler, Drew McIntyre, y los propios protagonistas. Se repasaron imágenes del duelo, desde la ya mítica sangre derramada por Austin mientras resistía el Sharpshooter, hasta la inversión total de roles que cambió para siempre la forma de contar historias en el ring.
Steve Austin y Bret Hart salieron juntos al escenario y presentaron una estatua con sus rostros fusionados, mitad Hitman, mitad Rattlesnake. Hart, ahora tres veces miembro del Hall of Fame, calificó el combate como “la mejor lucha de su carrera” y citó a un pintor francés: “El arte es una herida transformada en luz”, frase que, según él, representa a la perfección lo que ocurrió aquel día en Chicago.
Austin fue más directo: "Tuvimos una casa llena esa noche. No estaba convencido del final y fui a preguntarle al viejo si creía que funcionaría", refiriéndose a Vince McMahon. Posteriormente, soltó unas cuantas palabras que necesitaron censura, y aprovechó para dar crédito a los comentaristas Jim Ross y Jerry Lawler, además del propio Vince.
El segmento cerró como solo podía hacerlo: con cerveza en mano. Austin pidió a Pat McAfee que trajera las bebidas, y junto a Bret y el propio Pat, brindaron frente al público en uno de los momentos más celebrados de la noche.
Ivan Koloff fue reconocido con el Legacy Award por su impacto duradero en la industria. En una serie de imágenes en blanco y negro, WWE recordó el momento que cambió la historia: cuando Koloff terminó el legendario reinado de Bruno Sammartino como campeón mundial de la WWWF. Las imágenes mostraron cómo el Madison Square Garden cayó en un silencio absoluto, como si los fans no pudieran creer lo que estaban viendo.
El momento más esperado de la noche llegó con la inducción de Paul “Triple H” Levesque al Hall of Fame. Un emotivo video al ritmo de “Nothing Else Matters” de Metallica repasó toda su carrera, desde sus días como Terra Ryzing hasta su reinado como cerebro creativo de WWE, con palabras de leyendas como The Rock, Austin, Cena, Orton, Michaels y muchos más.
Su mejor amigo y compañero de guerra, Shawn Michaels, fue el encargado de introducirlo con el equilibrio perfecto entre humor y admiración. “Si creen que el reinado del terror de 2002 a 2005 fue duro, intenten trabajar para él ahora”, bromeó HBK, destacando que el hombre que creó NXT es también quien lidera WWE hacia el futuro. Entre bromas sobre besos en televisión y emails a la 1AM, Michaels se quebró al final: “Te quiero, hermano".
Con toda su familia presente en primera fila, Paul “Triple H” Levesque recibió una ovación atronadora del público antes de empezar su discurso de ingreso al Hall of Fame. Aunque bromeó con que no sabía cómo estructurar su discurso, lo que siguió fue una carta de amor a todos los que lo ayudaron a llegar hasta allí.
Levesque habló desde el corazón, comenzando por su infancia y el momento en que vio a Chief Jay Strongbow por primera vez. Fue ahí cuando supo que quería dedicarse a esto. Agradeció a sus padres por enseñarle a trabajar duro, y recordó con cariño a su hermana Lynn, que no solo defendía a golpes a su hermanito, sino que también sobrevivió al mismo tipo de problema cardíaco que él enfrentó en 2021.
En su relato, fue hilando historias de sus inicios en el gimnasio, la influencia de Arnold Schwarzenegger, su primer entrenador Killer Kowalski, y cómo terminó en WCW gracias a Ted Arcidi, a pesar de que trató de disuadirlo. Fue Kowalski quien le enseñó lecciones que hoy transmite a los talentos en NXT.
Recordó su paso por WCW, su salto a WWF, y aquel primer viaje junto a Shawn Michaels, Kevin Nash, Scott Hall y Sean Waltman, en el que terminó arrastrando a un Waltman inconsciente fuera de un restaurante. “No sé por qué, pero supe que quería seguir rodando con ellos". Habló del valor de cada miembro de The Kliq y lo que aprendió de todos ellos, especialmente de Scott Hall, a quien describió como alguien capaz de simplificar el negocio como nadie más.
Levesque no se olvidó de Chyna, a quien llamó su “heater perfecta” para DX, y respondió al público: “¿Hall of Fame para Joanie? Por supuesto que sí" También elogió a sus rivales y aliados: Steve Austin, Mick Foley, The Rock, Shawn Michaels, Bret Hart. Definió sus combates contra Foley como “entre los mejores de mi carrera y los que más me enseñaron como hombre".
Destacó la etapa de Evolution, describiendo a Ric Flair como el mejor de todos los tiempos, y a Orton y Batista como dos talentos a los que vio crecer y brillar, y que lo motivaron a devolver lo que él había recibido.
Después, recordó cómo pasó de luchador a productor. Habló de Pat Patterson, Jack Lanza, Michael Hayes, y Paul Heyman como figuras de las que aprendió el arte de crear. Y de Dusty Rhodes, su mentor en la etapa de NXT. Se dirigió directamente a Cody Rhodes: “Tu padre significó el mundo para mí". Con emoción, mencionó la creación del Performance Center y el nacimiento de NXT, donde trabajó con William Regal, Terry Taylor y Matt Bloom para formar a talentos como Roman, Seth, Becky, Charlotte y muchos más. “Es la fuente de la juventud. Me devolvió la pasión.”
Al hablar de Vince McMahon, Levesque fue honesto: "Es complicado. Es mi mentor, mi jefe, el abuelo de mis hijas. Me empujó más lejos de lo que creía posible. Me enseñó qué hacer y qué no. Le debo mucho, y lo amo". Luego vino The Undertaker, y su ejemplo dentro del vestuario. Recordó una charla sobre su relación con Stephanie: “Si la amas, ve por ella. Y si a alguien no le gusta... que se joda".
Finalmente, dedicó el momento a sus hijas: Aurora, futura doctora en fisioterapia; Murphy, una running back de 16 años que juega en equipo masculino; y Vaughn, la creativa de la familia. "Todo lo que hago ahora es por ellas y por Steph". Triple H definió a Stephanie McMahon como la mejor persona que pudo haber sido su esposa y madre de sus hijos. Finalmente, quiso dar las gracias a todos los presentes.