Charlotte Flair regresó a WWE en el episodio de SmackDown previo a Backlash, pero lo que debía ser un momento de reivindicación terminó mostrando una faceta muy distinta de la Reina. Abucheada sin piedad por el público en Dayton, Charlotte dejó entrever un cambio de actitud que podría marcar una nueva etapa en su carrera.
Lejos del recibimiento que solía tener como figura central de la división femenina, Charlotte intentó hablar sobre su camino de regreso al campeonato, pero fue interrumpida por una oleada de abucheos. La reacción fue tan intensa que, frustrada, lanzó una frase que terminó siendo la única ovacionada de la noche: "Jamás volveré a Dayton". La actitud de Flair ya no es la de una luchadora que busca aprobación. Se mostró fría, arrogante y visiblemente molesta por la falta de respeto del público, dando señales claras de que se siente sola y en guerra con todos.
The Queen terminó amenazando al público de Dayton con marcharse y finalmente cumplió su promesa. No obstante, en su camino al stage, fue interrumpida por Jade Cargill, quien realizó su entrada para disputar su lucha contra Nia Jax. El encuentro entre ambas en la rampa fue tenso, pero Cargill decidió proseguir su camino hacia el ring. Sin embargo, lanzó un daro a Flair antes de que ésta se marchara: "Charlotte, espera, espera, espera. Antes de que te vayas. Tuviste tu oportunidad. Ahora vete al final de la fila".
El detalle más intrigante vino después. En backstage, las cámaras captaron a Charlotte encontrándose con Alexa Bliss, quien apareció brevemente fuera de personaje, intercambiando miradas con Flair. Bliss comentó que ambas deberían "hablar". El momento dejó abierta la posibilidad de una alianza entre dos de las figuras más conocidas de la división.
