El fallecimiento de Terry “Sabu” Brunk a los 60 años dejó un enorme vacío en el mundo del wrestling… y muchas preguntas sin responder. A día de hoy, el motivo oficial de su muerte no ha sido revelado, y según su amigo y excompañero Rob Van Dam, puede que nunca lo sepamos.
Durante un episodio reciente de su podcast 1 Of A Kind, RVD explicó que problemas legales relacionados con el divorcio inconcluso entre Sabu y su exesposa Hitomi están bloqueando la investigación: "Nunca se divorciaron oficialmente. Y necesitamos su firma para varias cosas. No quiero entrar en detalles personales, pero es todo. Y una parte de eso es la causa de muerte. Me comuniqué con ella a través de un amigo en común… y no quiere saber nada del asunto. Pero sin su firma, todo está paralizado".
Sabu tuvo su último combate contra Joey Janela durante GCW Joey Janela’s Spring Break 9, celebrado durante la semana de WrestleMania en Las Vegas. Aunque el combate fue promocionado como su retiro, él dejó claro que no lo veía así. En su aparición final en el pódcast Legion of Skanks, comentó: "Fue mi último combate, no mi combate final". Cuando se le preguntó si volvería a luchar, simplemente respondió: “Probablemente.”
Sin embargo, otras voces cercanas a Sabu, como la veterana Francine, dejaron entrever que su estado físico y anímico era preocupante en los días previos a su fallecimiento: "Se veía cansado… pero estaba ahí, firmando autógrafos, sacándose fotos. Le pregunté si estaba bien y me dijo que sí, pero a mí no me lo parecía".
Desde entonces, han surgido rumores -no confirmados- sobre el posible uso de sustancias antes de su última aparición. Joey Janela, GCW y el promotor Brett Lauderdale emitieron comunicados para frenar la especulación, pero el hecho de que no se haya podido acceder a documentación oficial alimenta la incertidumbre. Lo que sí es seguro es que, con cada semana que pasa, el silencio en torno a su fallecimiento crece. Y si la situación legal no se resuelve pronto, la historia completa de los últimos días de Sabu podría quedarse sin contarse jamás.
Mientras tanto, su legado continúa vivo entre quienes lo admiraron y compartieron ring con él. Desde Rob Van Dam hasta nuevos luchadores que crecieron viéndolo lanzarse entre mesas y alambres, Sabu sigue siendo un símbolo del wrestling sin límites.