Vince McMahon vuelve a estar en el centro del huracán legal, y esta vez no está dispuesto a ceder del todo. En medio de una demanda de accionistas que busca destapar posibles irregularidades en la creación de TKO Group Holdings, la empresa matriz surgida de la fusión entre WWE y UFC, el exmandamás de WWE ha marcado sus propios límites.
El medio Wrestlenomics ha informado que en una presentación reciente ante la Corte de Delaware, su equipo legal pidió restringir el alcance de la investigación y evitar que la causa se convierta, según sus palabras, en una especie de juicio paralelo por acusaciones del pasado.
Los demandantes alegan que McMahon habría inclinado la balanza a favor de Endeavor, entonces dueña de UFC, para asegurarse de mantener su influencia a pesar del escándalo mediático que lo rodeaba por presunta conducta sexual inapropiada. Según la denuncia, esta estrategia también incluyó eliminar a miembros clave del consejo antes de cerrar la operación.
McMahon ha accedido a entregar varios documentos relacionados con la fusión, incluyendo correos electrónicos, mensajes con ejecutivos como Nick Khan y Triple H, acuerdos de confidencialidad y actas de reuniones del consejo. Sin embargo, se niega a revelar comunicaciones privadas de carácter íntimo, como mensajes con mujeres o familiares, alegando que no tienen relevancia en el caso y calificando el requerimiento como un intento de “acoso”.
Desde el lado de los accionistas, se argumenta que esos mensajes podrían mostrar las verdaderas razones detrás del acuerdo con Endeavor, especialmente si demuestran que McMahon actuó movido por intereses personales más que por el bien de la empresa. El exjefe de WWE rechaza rotundamente esa idea. Sostiene que extender el caso hacia su vida privada no tiene base legal y representa un intento de revivir cuestiones ya abordadas en demandas anteriores que fueron desestimadas.
Por ahora, la jueza a cargo no ha tomado una decisión definitiva, pero el debate sobre hasta dónde debe llegar la transparencia en este tipo de fusiones empresariales promete dar mucho que hablar.
El escándalo que involucra a Vince McMahon y Janel Grant salió a la luz a principios de 2024, cuando Grant, exempleada de WWE, presentó una demanda federal acusando al expresidente de la compañía de tráfico sexual, coerción y abuso físico y psicológico. En la denuncia, Grant asegura que McMahon la manipuló emocionalmente durante años, la obligó a mantener relaciones sexuales no consentidas y la hizo firmar acuerdos de confidencialidad para silenciar su historia.
El caso también involucra a otras figuras de alto nivel, como John Laurinaitis, y ha puesto en tela de juicio las prácticas internas de WWE. Aunque McMahon ha negado todas las acusaciones, el impacto fue inmediato: renunció a todos sus cargos ejecutivos en TKO Group Holdings, y la empresa se ha distanciado públicamente del caso. La demanda sigue en curso, y podría tener repercusiones significativas tanto para McMahon como para la imagen corporativa de WWE.