Solowrestling, capitulo 3: la vieja guardia

Un día cualquiera, una idea eterna: el nacimiento de Solowrestling

Solowrestling, capitulo 3: la vieja guardia

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Prometí que el mal rollo acabaría con el artículo anterior, y hoy voy a cumplir mi palabra. Porque, a partir de este punto, comienza otra historia. Una historia mucho más entretenida, más luminosa, y también más significativa: el origen de Solowrestling y la creación de varios de los proyectos que, con el tiempo, acabarían marcando un antes y un después.

Pero antes de sumergirnos en esa etapa de descubrimientos, aciertos, locuras y aprendizajes, quiero detenerme un momento y retroceder un poco más. Antes de que la web comenzara a tener nombre propio, antes de que se convirtiera en un punto de referencia, hubo personas que llegaron en el momento justo. Personas que, sin saberlo, ayudarían a darle forma al rumbo del proyecto. Esta parte de la historia no va solo de una web: va de la gente que la levantó cuando aún era poco más que una idea en construcción.

Continuando con mi aventura personal y dejando atrás lo que fue, sin duda, la experiencia más traumática de mi vida, todo empezó a encajar. Las piezas comenzaron a moverse y el rumbo cambió, esta vez para mejor. Terminé los estudios y, en 2002, me lancé al mundo laboral. Aún no tenía claro qué quería estudiar, así que decidí trabajar un tiempo para aclarar mis ideas. Fue durante esa etapa cuando conocí, por fin en persona, a mis primeros amigos del mundo de la lucha libre.

El primero fue Pedro Vallespín, un tipo encantador que, como Pepe Serrano, conocí en aquellos míticos chats de IRC. Más conocido como Kuki (sí, a muchos os sonará ese apodo), Pedro y yo quedamos en persona y descubrí que trabajaba en Selecta Visión, la distribuidora española especializada en anime, cine asiático y entretenimiento audiovisual. Pero su verdadera pasión era la lucha libre -sobre todo WWE- y fue, de hecho, quien empezó a introducirme de lleno en ese universo. Me prestó los primeros DVD de wrestling que llegaron a mis manos, y gracias a él comencé a ver con otros ojos todo lo que WWE ofrecía. Hasta ese momento, tan sólo había conseguio hacerme con copias de VHS de unos cuantos PPV.

No sabéis lo que era conseguir eso. En una época sin redes sociales, sin tiendas online ni plataformas de streaming, hacerse con un VHS de WWE era como encontrar oro. Era una recompensa que no venía fácil: implicaba buscar, negociar, copiar, esperar. Tener uno entre las manos era una mezcla de triunfo y reverencia. Palpar un videojuego recién lanzado, o conseguir un evento completo en físico, era algo que te hacía sentir parte de algo mucho más grande. Algo que solo los que vivieron esa época pueden entender. Porque no era solo wrestling. Era nuestra conexión con un mundo que parecía tan lejos... y al mismo tiempo, tan nuestro.

WCW había sido mi empresa favorita, pero tras su compra por WWE en 2001, todo cambió. Pedro me mostró por qué, para muchos, WWE había sido -y seguía siendo- la referencia. Y ese fue otro punto de inflexión. Uno de los que, sin saberlo, me empujaron hacia algo mucho más grande.

A partir de ese momento, daré un gran salto en el tiempo y me detendré entre los años 2003 y 2004. Pero antes, había conocido a mi primera pareja, dejé un poco de lado las federaciones virtuales, había escrito para CEWWE (Club Español de la WWE) y me consagré como un fan más fiel y más documentado. Mi experiencia como redactor de aquella página fue la primera que tuve antes de lanzarme a programar y crear mi propia página. Una de las personas que más recuerdos me trae de aquella etapa es Daniel García, conocido como DanGer, uno de los amantes del wrestling más amables que he conocido jamás. Dani me aconsejó sobre cómo escribir mis primeras columnas, que formaban parte de una sección conocida como "Desde la Esquina".

El Club Español de la WWF nació de lo que era la página de wresling de Ciberbob. A finales de los 90 no habían casi referencias españolas a lo que el wrestling se refiere. Volcandonos en la actualidad de WWF fue creciendo un proyecto contando con numerosos colaboradores (Jorge, Ike_20, Johny, Dreid y otros muchos que se me olvidan, pido perdón) con su trabajo CEWWF se transformó en una de las webs referencia del wresling hispano-latino.

Como uno de los webmaster de CEWWF, siempre se estaba pendiente de nuevos "fichajes" para colaborar en la web. De aquella recibí un correo de un muchacho bastante joven que estaba interesado en participar. Hablamos de las ideas que tenía y le ofrecí una sección que el mismo se sacó de la manga 'Desde la esquina'. Ahí comenzó el trabajo y el gen de lo que posteriormente sería Solowrestling.

Daniel Garcia Daniel García

Lo cierto es que, con el paso del tiempo, dejé de centrarme en crear y me volqué más en consumir contenido. Pero todo eso cambió en 2003, cuando di un pequeño giro profesional. Por aquel entonces, los supermercados e hipermercados Carrefour empezaban a consolidarse como referentes en España, abriendo sus puertas en grandes centros comerciales. Terminé trabajando allí, y aunque el contrato era de 30 horas, el horario era tan flexible que me dio algo que hasta entonces no había tenido: tiempo para pensar.

Carrefour se convirtió, sin quererlo, en un escenario de transición vital. Me dio estabilidad, cierto margen económico y, sobre todo, la posibilidad de hacerme preguntas importantes: ¿Y si retomaba los estudios? ¿Y si me preparaba para algo más grande? Con lo que ganaba -y lo que había logrado ahorrar- decidí dar un paso más y buscar una escuela de diseño gráfico multimedia. Por aquel entonces no existía como carrera universitaria: eran grados superiores que costaban una pasta… pero gracias a aquel trabajo -y sobre todo al horario-, por primera vez, podía permitírmelo.

Una de las razones que me empujaron a tomar esa decisión fue la situación que atravesaba el Club Español de la WWE. En ese momento, sus redactores más relevantes habían abandonado el barco, y el responsable del sitio decidió ofrecerme el control editorial. A cambio, él seguiría con la venta de VHS, algo que había sido el alma comercial del proyecto. Me pareció un trato justo. Al fin y al cabo, él había construido aquella comunidad desde cero, y yo nunca he sido una persona especialmente ambiciosa -algo de lo que, con el tiempo, me arrepentiría-. Por entonces, todo me parecía suficiente.

Durante esa etapa de transición conocí a dos personas clave para el proyecto y, sin saberlo, también para mi vida. Uno me ayudó a cambiar la forma de ver el negocio. El otro me apoyó de forma incondicional desde el principio. Me refiero a Alex Salgado y Pere Hernández. El primero no utilizaba seudónimos en la red, y en breve explicaré el porqué. El segundo sí: se hacía llamar WCWPereoso, un nombre que aún hoy me despierta una sonrisa.

Alex Salgado era uno de los dos presentadores de "Peti qui Peti", un programa de televisión emitido en Cataluña durante la primera mitad de la década de 2000. Presentado por Álex Salgado y Jordi Tuñón, el programa se caracterizaba por su tono irreverente y humorístico, con una interacción constante con la audiencia a través de llamadas telefónicas y mensajes de texto. El formato incluía bromas telefónicas, lectura de mensajes provocativos y comentarios satíricos sobre diversos temas, lo que le otorgó un estatus de culto entre sus seguidores.

A mi me fascinó desde el primer minuto que lo sintonicé en TV Comtal, una cadena muy modesta. Casualidades de la vida, Alex y yo habíamos coincidido en alguno de los foros o chats de antaño -seguro que él lo recordará más que yo-, pero realmente no terminaba de creerme que fuera él de verdad. Un día lo prové, usando el canal de mensajería, un sistema que les funcionaba realmente bien, porque los espectadores participaban en el programa, y envié un mensaje en el que puse mi alias de "DeathDrop". Me llevé una sorpresa cuando Alex vio el mensaje y, en seguida, con una sonrisa en su cara, evidenciando que me había reconocido, respondió: "Hola Deathdrop". En ese momento supe que era verdad, y que mis proyectos trascendían más allá de un simple portal de Internet. Me di cuenta que la lucha libre tenía un alcance más grande del que pensaba y cambié la perspectiva.

Me puse manos a la obra y decidí que tenía que conocer a gente tan interesante como Álex. Recuerdo que fue Pere quien, en una conversación por IRC Hispano, me propuso quedar en persona, ya que él ya conocía a Álex Salgado. Yo no conocía a ninguno de los dos en aquel entonces, pero acepté la propuesta. La cita se concretó gracias a Pere, que actuó como nexo.

Siempre he sido una persona bastante fría a la hora de conocer a alguien "famoso", y pocas veces me he sentido realmente impresionado por ello. Sin embargo, debo admitir que aquel día estaba especialmente ilusionado. Conocer a Álex y a Pere fue una experiencia muy agradable. Hubo conexión, respeto y una sensación inmediata de que esa reunión era el inicio de algo más grande. Lo fue. Fue el comienzo de una amistad sincera, de esas que no necesitan focos ni ruido para ser importantes. A día de hoy sigo en contacto con ambos, y me enorgullece decir que puedo llamarlos amigos. De los que perduran en el tiempo gracias, en parte, a una misma afición.

Cuando la primera fiebre del Pressing Catch terminó allá por 1993, y casi todos los niños se cambiaron a la siguiente moda, me sentí muy solo durante bastantes años. En un mundo sin Internet, me las ingeniaba como podía para seguir la cronología de lo que sucedía en la WWE. Por eso, cuando mucho tiempo después aparecieron las primeras páginas especializadas, sentí una alegría tremenda: no era un bicho raro, no estaba solo. Aunque ya había coincidido con Pepe Serrano o Jordi Bakero en una velada de lucha libre en Santa Coloma de Gramenet, fue cuando se abrió el foro Pressing Catch a Gritos en la web Dreamers que todo cobró sentido. Primero apareció Pere, luego Sebas, más tarde Carlos Gascó, y así, en cada café que nos tomábamos, la pandilla iba creciendo.

Recuerdo comidas en restaurantes chinos, donde llegábamos a ocupar dos mesas largas. Fue una suerte encontrarnos, compartir vivencias, intercambiar material… y sobre todo, reírnos muchísimo. ¿Y sabéis qué es lo mejor? Que el 80% de aquellos postadolescentes terminamos jugando un papel fundamental en la industria del wrestling nacional, organizando movidas y manteniendo vivo el fuego. Aunque ya no hablemos cada día, nadie nos quitará el mérito de haber sostenido la llama del Pressing Catch cuando a nadie más le importaba.

Alex Salgado Alex Salgado

Después de Pere y Álex, el grupo comenzó a crecer de forma natural. Conocí en persona a Dani (Danger), al mítico Toni Hidalgo, más conocido como Mr. Perfect, a Sam Danko, Carles Gascó, a Javier Pozo, a Gabi "LA VEU" Ribera, a Angel Gil, y a muchos más. No recuerdo con precisión el orden en que fueron apareciendo, pero sí tengo muy presente el recuerdo de todos ellos y de aquellos días tan especiales.

Mi vida, que hacía no tanto se movía en grises, había recuperado el color, y no cualquier color: un estallido de matices que me devolvió la ilusión. Por fin tenía a mi lado a personas con la misma pasión, que no solo compartían afición, sino también tiempo, ideas y amistad. Fue una etapa viva, intensa y profundamente reconfortante. Ellos no sabían por lo que había pasado, y valoré mucho su compañía. Aunque si tuviera que destacar a alguien en particular, sería a Pere, quien estuvo ahí desde el primer momento, como un apoyo firme y constante. Con Pere viviría muchas aventuras que llegarán más adelante.

Pero si nos ceñimos a ese momento, fue el nacimiento del gran cambio del proyecto, donde parecía que todo iba a cambiar porque algo estaba por llegar. Se intuía y había que ponerse manos a la obra. El Club Español de la WWE estaba siendo un proyecto caduco y tenía que encontrar un nombre nuevo: había que crear una identidad propia. En ese momento ya había comenzado a moverme para estudiar y buscaba una escuela de diseño gráfico multimedia. Finalmente la encontré, pero antes vino el gran cambio.

Recuerdo perfectamente aquel día primaveral, en una de esas míticas quedadas que solíamos hacer cerca del Arco de Triunfo de Barcelona, justo al lado de Norma Cómics -una tienda que, sin saberlo aún, acabaría siendo clave en los inicios de Solowrestling-. Nos reunimos muchos de que ya he mencionado, e incluso seguro que alguno más. Ese grupo sería conocido como "la vieja guardia", aunque el apodo creo que llegó mucho más adelante, porque supongo que, en ese entonces, ninguno de nosotros se consideraba 'viejo'. El ambiente era el de siempre: distendido, con risas, debates absurdos sobre wrestling y esa sensación de que algo importante estaba por cocerse.

Yo ya tenía claro que debía dar un paso adelante. Tenía que desligarme de CEWWE y construir algo nuevo, algo nuestro. Así que lancé la pregunta al aire: “¿Qué nombre le pondríais al nuevo proyecto?”. Recuerdo que Álex soltó con su humor habitual: “No Solo Wrestling”, como guiño al mítico programa No Sólo Música, que precisamente precedía aquellas emisiones de WCW en Telecinco… y que terminé odiando porque algunas de sus ediciones se hacían eternas. Nos reímos, claro. Pero fue entonces cuando Pere nos cortó con firmeza y serenidad: “¿Solowrestling?”. Hubo un segundo de silencio. Literal. Chasqueé los dedos y respondí: “¡Ese! Ese es el nombre". Y así, sin fuegos artificiales ni grandes discursos, nació Solowrestling.

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Sobre el autor
Sebastián Martínez

Sebastián Martínez, director de SoloWrestling.com y excomentarista de WWE en Antena 3, Gol TV y Netflix, analiza la actualidad del wrestling con rigor y pasión. Con más de 20 años de experiencia, sigue siendo un referente de la lucha libre en español. Puedes seguirle en su cuenta oficial en X.