WWE ha intensificado en los últimos meses su estrategia de contraprogramación frente a AEW, pero según nuevos informes, esta ofensiva no proviene de los altos ejecutivos de TKO. De acuerdo con Dave Meltzer, es el propio Nick Khan, presidente de WWE, quien está dirigiendo estas maniobras de forma independiente.
Durante el programa Wrestling Observer Radio del 30 de mayo, Meltzer aclaró que ni Ari Emanuel ni Mark Shapiro -los hombres fuertes de TKO- ven a AEW como una amenaza directa. En cambio, Khan continúa percibiéndolos como competencia real y estaría dispuesto a invertir grandes sumas de dinero para limitar su crecimiento.
Esto no viene de TKO. Emanuel y Shapiro están pensando en UFC, Netflix y expansión global. No les importa AEW. Pero para Nick Khan, es diferente. Estas contraprogramaciones, los horarios cruzados, los ataques mediáticos... todo eso viene de él.
El conflicto entre ambos Khan no es nuevo. En 2021, Tony Khan ya había lanzado una crítica directa a su homónimo de WWE por intentar negociar con New Japan Pro-Wrestling. Aquella declaración marcó el inicio de una rivalidad ejecutiva que hoy sigue viva, pero en un plano mucho más estratégico.
Meltzer considera que la estrategia de WWE podría resultar contraproducente: “Están gastando mucho dinero en algo que ni siquiera está siendo efectivo. ¿Realmente necesitas programar el Great American Bash el mismo día que All In? Parecen movidas pequeñas para una empresa tan grande".
Además, señala que la percepción pública comienza a volverse en contra de WWE: "Ahora parecen el abusón de la escuela. Y eso hace que AEW se vea como el rebelde con el que los fans pueden identificarse. No están debilitando a AEW; los están haciendo ver más simpáticos".
Mientras WWE continúa atacando a AEW con armas cada vez más visibles, lo que podría estar consiguiendo es exactamente lo contrario: fortalecer la narrativa del “underdog” que resiste ante el gigante.