Después de estar alejado de la programación de WWE durante varias semanas, Roman Reigns hizo su sorpresivo regreso tras el evento estelar de Monday Night Raw, buscando ajustar cuentas pendientes con Paul Heyman y la facción de Seth Rollins (Bron Breakker y Bronson Reed).
El evento estelar fue un Gauntlet Match en el que Bronson Reed, Penta, LA Knight, Jey Uso y CM Punk se enfrentaron para conseguir una oportunidad titular en WWE SummerSlam por el Campeonato Mundial Peso Pesado, el cual actualmente ostenta Gunther.
A pesar de que Bron Breakker logró deshacerse de tres de sus cuatro rivales, cuando llegó al combate final ante CM Punk, y a pesar de las interferencias de Bronson Reed, Punk logró llevarse la victoria y convertirse en el retador oficial, gracias a la ayuda de Jey Uso. Sin embargo, Bronson y Breakker no se quedaron tranquilos y atacaron a sus rivales después de la lucha.
En ese momento, sonó la música de Roman Reigns, quien, tras estar ausente desde WrestleMania 41, apareció para encargarse de los heels, que huyeron hacia ringside. Reigns dejó en claro que no había salido a defender a Punk, sino que estaba allí para resolver asuntos pendientes con Paul Heyman y su facción, y apoyar a su primo Jey Uso, a quien ayudó a ponerse en pie.
