Salvador Vega: "La lucha libre no le pertenece a ninguna empresa. Le pertenece a las audiencias"
El luchador, conocido en España como El Chavo Romero, nos habla de la lucha libre en la cultura mexicana

La lucha libre forma parte de la cultura mexicana y de su identidad. Patrimonio cultural intangible, ha cruzado sus caminos en innumerables ocasiones con otro arte: el cine. Lucha libre y celuloide han ido de la mano durante varias décadas, con varios luchadores siendo grandes estrellas y contribuyendo a la popularidad de este arte en la gente.
En Madrid, la Fundación Casa de México en España organizó el pasado miércoles 25 de junio una proyección de un clásico del cine de luchadores: La Mujer Murciélago (1968), dirigida por René Cardona y protagonizada por la italiana Maura Monti. Ante este evento, pudimos hablar con Salvador Vega, conocido en España como el luchador El Chavo Romero. Vega es, además de luchador, periodista y consultor en comunicación egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Maestro en Gestión Cultural por la Universidad Carlos III de Madrid. Por más de 10 años, dedicado al trabajo en medios de comunicación donde destacan Reporte Índigo, Semanario Zeta Tijuana, Revista Líder México y revista Merca 2.0. Desde 2014, especializado en el universo de la Lucha Libre Mexicana, como espectáculo de masas y patrimonio cultural.
Hola a todos. ¿Qué tal? Estamos aquí con Salvador Vega, conocido como El Chavo Romero. ¿Qué tal, cómo estás?
Gracias por el tiempo para esta entrevista. Todo muy bien.
Bueno, lo primero que quería preguntar es, ¿qué significa para la cultura mexicana la lucha libre?
La cultura mexicana se proyecta a través de los valores también de la lucha libre. Es un patrimonio cultural inmaterial en la Ciudad de México. Patrimonio tal cual reconocido por el valor histórico que tiene la continuidad y la colección de tradiciones y saberes que lo han construido a lo largo de décadas. Es un canal también. Un vehículo importante para la manifestación de la cultura de los mexicanos tanto desde el lado atlético, del deportivo, del cómo fortalezco mi cuerpo, cómo voy y hago deporte, cómo me mido en otras disciplinas y el cómo lo interrelaciono con el espectáculo de masas. Cómo proyecto mi personalidad más allá de ese fenómeno que es sui géneris, que es muy particular y propio y que en México, al ser una disciplina internacional, en México encuentra este nicho y esta forma de expresión tan particular y tan rica.
Aunque hay muchas culturas que cuentan con una versión de lucha libre o wrestling, ninguna tiene el componente de la máscara. ¿Nos puedes contar su importancia para un luchador?
La máscara en México, aunque sabemos que los primeros enmascarados vienen de Estados Unidos, de caravanas que hacían estos espectáculos circenses, en México encuentra esta forma, este canal de expresión justo de arquetipos, de la personalidad, de los superhombres, de las mujeres y más allá, animales, colores forman que son esta manera de expresar más allá del atleta, más allá de la personalidad que te convierten en un show mucho más grande que cualquier otro que se pueda manifestar en el mundo. Encuentra esta distinción en la creatividad, en la originalidad, en el color, en la tradición que es un reflejo de las tradiciones y la riqueza cultural de México en sí.
Varios luchadores han dado su salto al cine, los más famosos siendo Blue Demon y El Santo. Muchos mexicanos les recuerdan como sus superhéroes, como los de Marvel hoy en día.
Es correcto. Siempre ha existido este acercamiento muy natural entre el mundo del cómic, la lucha libre, el deporte de contacto y la acción. Se mezclan en estas realidades. El cine fue otra forma en su momento, sobre todo en los años 60 y en el boom del cine de oro mexicano, donde se produjeron más de 150 películas increíbles de luchadores y luchadoras para potenciar esta cultura, proyectarla a través de las pantallas, siendo un arte y una manifestación que se nutre mucho a través de la pantalla, de la grabación, de la televisión en vivo posteriormente… ahora los streaming que son tan importantes en la cultura del wrestling internacional. Pero por supuesto que para México, producir esta cantidad de cine se convirtió no solo en una industria, sino en un género en particular digno de estudio y de mucha fanaticada y admiración.
Y el wrestling pretende contar la historia más básica del mundo: el bien debe vencer al mal.
Por supuesto. Y es justo ahí, ligándolo a tu pregunta anterior, donde se construyen los grandes relatos y mitos. Las personas que luchan por causas nobles, que se suben a los cuadriláteros en el día y que por las noches salvan al mundo de incontables calamidades: monstruos, invasiones o maldad que está en el mundo cotidiano. Eso hace que cuando uno va al cine y después vas a las arenas y ves la misma máscara y la misma personalidad, hace que salga el heroísmo. Que potencie esas ganas de aplaudir y esas ganas de abuchear al odiado rival, al rudo o heel como se le conoce.
¿Cuál es el estado actual de la lucha libre respecto a la cultura actualmente?
La lucha libre mexicana ha tenido una serie de transformaciones con los años, como cualquier industria cultural. En la actualidad se ha convertido en una industria muy diversa donde dominan empresas grandes como Consejo Mundial de Lucha Libre o Triple A. Cada una con su estilo que con los años se han ido construyendo de forma original, pero la lucha libre va más allá de las grandes empresas, está en cada rincón de México. Yo a cada lugar que voy, ya sea Puebla, Región Sur, hasta las fronteras como el Norte, Tijuana... existen arenas locales, existen gimnasios de lucha, existen hombres y mujeres dispuestos a aprender este arte, esta tradición y esta disciplina. Digamos que es una industria cambiante, en evolución y conectada con el mundo pero que se aferra a mantener su tradición, su lenguaje, sus costumbres y sus formas de comunicación con las audiencias.
¿Ves posible que un luchador actual, como Místico o Psycho Clown, alcance el estatus de estrella de cine?
Creo que sí. Estamos en una época donde la multiconexión, las plataformas y las aperturas hacia el mundo hacen que podamos contar estas grandes historias. La lucha libre o el pro wrestling son narrativas, son historias llevadas a cabo por gente que se entrena, que está en la disciplina diaria pero que al final se suben a los cuadriláteros para contarte esta gran historia de heroísmo muy particular que llevan ellos. Justo como ahora estamos en una época que hay historias más allá del bien y del mal, es una época muy rica para conocer a los luchadores mexicanos desde otro ángulo. Sería una ventana para conocerlos a ellos o a otros que aún no conocemos.
¿Qué piensas de la compra de AAA por parte de WWE?
Aquí tengo dos opiniones. Una, que es una gran oportunidad justo para los luchadores de la empresa y los luchadores mexicanos que quieran, a través de Triple A, proyectarse hacia el mundo, hacia el estilo de pro wrestling. Pero también creo que como patrimonio cultural que es la lucha libre no le pertenece a ninguna empresa, ni de México ni del mundo. Le pertenece a las audiencias. Le pertenece a la gente que va a las arenas, a los que hacen las máscaras, a toda esa gente que nutre la industria en todas las regiones y que mantiene las tradiciones. Son esas grandes historias que no quedan sólo en las empresas, en los manejos o en los estilos de WWE, Triple A, Consejo Mundial, AEW... Están en cómo te formas en los gimnasios, en cómo respetas a tus profesores, cómo interactúas con tus compañeras, compañeros y en el respeto que le brindas al público.
¿Y cuál es la situación actual del Consejo Mundial de Lucha Libre?
Creo que tanto CMLL como AAA tienen esta gran disputa característica de la lucha libre mexicana: el bien y el mal, el rudo y el técnico. No hay bueno ni malo. Son empresas que tienen visiones, que tienen esfuerzo, que tienen roster que siempre están en algún punto diferente de la historia. Ambos en este 2025 están haciendo alianzas internacionales fuertísimas e interesantísimas donde los que ganamos somos la audiencia. Podemos ver a Místico en las pantallas de AEW o podemos disfrutar a Psycho Clown en NXT o a Mr. Iguana. Creo que todos estos personajes llegando a nuevas audiencias, a millones de personas con algo que contar y nos comparten de dónde vienen y esta conexión de valores.
¿Qué opinas del éxito tan inesperado que ha tenido Mr. Iguana?
Es parte de algo tan mágico como es la lucha libre. Es totalmente inesperado. A final de cuentas es por donde empezamos, ¿Qué hace la máscara? Pues hace grandes personajes. Pero a veces los grandes personajes no necesitan una máscara. Pueden tener una gran personalidad, tan única que cautive audiencias con sólo pararse en un cuadrilátero. Eso es mucho valor de análisis más que ameritar críticas vacías sobre si es bueno o malo. Creo que hay que brindar oportunidades y disfrutar el show y divertirnos con Mr. Iguana y con La Yesca.
Cada vez más plataformas apuestan por productos de lucha libre: Heels, El Clan de Hierro, el documental de KeMonito… ¿Crees que esto hace que, al menos en España, la lucha libre se tome más en serio?
Digamos que la lucha libre tomada en serio puede ser de estas visiones. La lucha libre es una cuestión seria. Hay gente que ha dado la vida, literalmente, por entretener a las audiencias o poquito después derivado de accidentes. Es una cuestión que para mí amerita mucha seriedad y muchos trasfondos, incluso análisis periodístico o documental. Pero también tiene este lado festivo. Es muy México. México, sobre todo en festividades como Día de Muertos, nos damos cuenta de esta ambivalencia: la muerte pero la risa, la vida pero la pérdida, el dolor pero también la fiesta. Creo que la gente que quiera hacer productos audiovisuales debe fijarse en la lucha libre más allá de lo que crea conocer. Consumir lucha en las arenas en vivo, local, esté uno dónde esté y dejarse atrapar por el poder de una máscara. Cuando uno se pone una máscara se deja explotar una personalidad que tiene más allá de la cotidianidad y es donde encuentra la conexión con esta cultura tan rica de la lucha libre mexicana.
En el mundo tan conectado que vivimos, ¿cómo es posible que se siga manteniendo el anonimato tras la máscara, algo vital para las Luchas de Apuestas?
Creo que eso se ha ido perdiendo. La importancia de la lucha de apuestas, tanto de máscara como de cabellera. Antes era la forma de llegar a las últimas consecuencias en una rivalidad sustentada en el tiempo y en los hechos. Ahora, con las redes sociales y la facilidad de captar a alguien en un aeropuerto, se ha perdido algo de ese misticismo. Pero creo que al final se mantiene el luchador y cómo quiere llevar a cabo su carrera. Yo he conocido profesores, como Blue Demon Jr., que dando clase se dejan la máscara. Gente como el Último Guerrero, de otras épocas pero también gente actual que al haber entrenado, conocido y valorado a estos profesionales tratan de traer a esta época esa cosa tan difícil que es el anonimato. Creo que, como sugerencia, habría que intentar implementarlo otra vez porque es muy enriquecedor, como audiencia, ver un duelo de estos hasta sus últimas consecuencias de alguien a quien ni conoces y cuando se despoja de la máscara, era el panadero o el carnicero, el vecino, tu amigo…
Me suena el caso de Garza, que se desenmascaró en un reality show y fue un sacrilegio para los compañeros.
T ambién las personas que han ido a WWE han dado este salto. Yo no los juzgo porque yo mismo en Madrid, y sin ánimo de comparación con las superestrellas, yo funciono mejor sin máscara en Madrid. Creo que es lo que mejor te haga sentir cómodo o hacer mejor tu trabajo en el cuadrilátero. Expresarte mejor con las herramientas que tienes que son el luchar y el desenvolverte y si la máscara es un limitante, intentar sin máscara. Y si sin máscara es un limitante, intentar con un maquillaje. No debemos acusar de sacrilegios o pecados contra la cultura mexicana a personas que tratan de superarse día tras día y tratar de ver el valor y la fortaleza detrás de esas decisiones.
¿Qué nos puedes contar de la película que vamos a ver, La Mujer Murciélago?
Es una de las joyas del cine de género de luchadores. A mí me parece alucinante el cruce entre el mundo de los cómics y los cómics, las historias que nos cuentan. El villano tratando de hacer esa ciencia, los métodos de comunicación, las alianzas internacionales y la heroína que sale del mundo de la lucha libre y que resuelve este conflicto en el Acapulco de los años 60… por donde lo veas es algo mágico, surrealista, interesante pero que te cuenta la atmósfera de cómo eran los cómics en su momento, cómo era la lucha libre en su momento. Se ven los gimnasios de lucha libre, cómo eran las prácticas abiertas, el México de los años 60. Y sobre todo, para mí, los métodos de comunicación y la ciencia. Me encanta La Mujer Murciélago. También podemos hablar de Las Mujeres Pantera. Son géneros de películas como las de El Santo o Mil Máscaras que te cuentan historias y te proyectan personalidades. Poner a las mujeres luchadoras como protagonistas a mí me parece, sobre todo en una época donde la lucha libre femenil no estaba permitida en todos lados, las mujeres tardaron mucho en luchar en la capital, son discursos importantes. No solo las mujeres en el cine siendo sexys, sino salvando al mundo. Eso me parece destacable de esta película.
¿Qué más cosas podemos ver en la Fundación Casa de México en España?
Todo el año hay una oferta cultural impresionante. No solo abren sus puertas y su espectro a la lucha libre sino a los valores patrimoniales. Son exposiciones y eventos gratuitos en su mayoría y aquí pueden conocer un pedacito de México. Si vienen y no conocen Casa de México se van a enamorar. Van a querer conocer nuestro país. Es un lugar para visitar todo el año.
Y el restaurante para comer.
Por supuesto. Ese es otro patrimonio y aquí pueden comer y aprender a cocinar.