Una filtración de datos médicos de Janel Grant complica aún más el caso contra Vince McMahon

La filtración de registros médicos sin censura reaviva el caos legal en el caso que implica a WWE y a Vince McMahon

Vince McMahon y el escándalo de WWE vuelven a estar en el foco tras la filtración de registros de Janel Grant

Una filtración de datos médicos de Janel Grant complica aún más el caso contra Vince McMahon
Imagen: WWE.com
Sebastián Martínez
Sebastián Martínez
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El complejo entramado judicial en torno a las acusaciones de trata y abusos en WWE ha dado un nuevo y preocupante giro. Esta vez, la controversia no proviene directamente de Vince McMahon, sino de la filtración de información médica confidencial perteneciente a Janel Grant, ex empleada de la compañía y denunciante en el caso federal.

La situación se produjo cuando el equipo legal del doctor Carlon Colker, que mantiene una demanda por difamación contra la abogada de Grant, Ann Callis, presentó documentos judiciales que incluían registros médicos privados sin las correspondientes censuras. Los archivos quedaron temporalmente accesibles en el sistema público de la corte, exponiendo información sensible como la fecha de nacimiento de Grant y detalles de sus tratamientos.

Colker, que no figura como acusado en la demanda principal contra McMahon y WWE, fue señalado por Grant en su testimonio. Según la denunciante, McMahon la habría enviado a la clínica Peak Wellness, donde supuestamente recibió pastillas e infusiones intravenosas de forma irregular. Colker niega cualquier irregularidad y acusa a Callis de haber dañado su reputación con declaraciones falsas en los medios.

La jueza Sarah F. Russell intervino rápidamente tras la polémica, ordenando sellar el documento original y exigiendo una versión corregida. "Existen razones claras y convincentes para mantener bajo sello la respuesta presentada por Colker hasta que se archive una versión editada", dictaminó. El nuevo escrito, con los datos sensibles tachados, ya ha sido remitido, aunque la filtración inicial sigue generando debate.

Este error deja al descubierto otro frente en un escándalo que no deja de crecer. Grant sostiene que maniobras como la demanda de Colker y las dificultades para obtener expedientes médicos completos forman parte de un patrón de represalias. De hecho, en un proceso paralelo en Connecticut, Grant demanda tanto a Colker como a Peak Wellness para acceder a más documentos y comunicaciones que podrían involucrar a McMahon, WWE o su entorno.

El caso también ha llamado la atención por la presencia del abogado Alejandro Brito, que representa a Colker y que actualmente defiende a Donald Trump en varios pleitos por difamación. En su escrito, Brito sostuvo que las declaraciones de Callis cumplían el estándar de "malicia real" exigido en casos de difamación contra figuras públicas, aunque al mismo tiempo dejó abierta la puerta a argumentar que Colker no entra en esa categoría.

La gran incógnita que queda en el aire es si esta filtración fue fruto de un descuido o una maniobra calculada. Algunos expertos apuntan a que podría tratarse simplemente de un error procesal por parte de los abogados de Colker, mientras que otros no descartan que se use como táctica para generar retrasos en el procedimiento o incluso para exponer información sensible de manera indirecta. Sea como fuere, el episodio añade más tensión a un caso ya de por sí cargado de polémicas y obstáculos legales.

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