WWE duda sobre el futuro de Alberto Del Rio tras heredar su contrato con AAA

La dualidad en el caso de Alberto Del Rio sigue dando que hablar entre los fans de la lucha libre profesional. Después de que WWE adquiriera Lucha Libre AAA, el luchador mexicano desapareció de las carteleras de la empresa, pese a que los fans seguía pidiendo su regreso en detrimento de El Hijo del Vikingo, quien recibió muchas críticas a nivel local. Sin embargo, su futuro dentro de la nueva estructura es incierto y, por ahora, WWE no parece tener un plan definido para él.

Según explicó Dave Meltzer, periodista de Wrestling Observer Newsletter, WWE heredó el contrato de Del Rio al adquirir AAA, pero aún no ha tomado una decisión sobre si lo integrará o no a sus programas. Su última aparición se produjo el 28 de septiembre en un evento afiliado a AAA celebrado en Villahemosa, Tabasco, Mexiko. Antes de la compra, Del Rio había sido escrito fuera de las historias de AAA tras perder un combate de Loser Leaves Town.

El principal obstáculo para su regreso no es técnico, sino de imagen. Los antecedentes legales y las controversias de su etapa anterior en WWE hacen que muchos ejecutivos sean reticentes a darle otra oportunidad. Aun así, hay quienes dentro de la empresa defienden su retorno, apelando a su popularidad y a su valor como figura en el mercado latinoamericano.

El caso Brock Lesnar podría servir de antecedente, porque el luchador americano estaba en una situación parecida de imagen pública, al estar relacionado con la demana de Janel Grant contra Vince McMahon. Con Del Río recibiendo el apoyo del público local, muchos no entienden cómo WWE no ha decidido traerlo de vuelta todavía, teniendo en cuenta lo sucedido con Brock Lesnar. 

Una de las mayores controversias de la carrera de Alberto Del Rio fue su relación con la exsuperestrella de WWE Paige. Ambos comenzaron a salir en 2016, mientras él todavía formaba parte de la empresa. Su relación rápidamente se volvió mediática debido a la diferencia de edad y, según varios informes, estuvo marcada por episodios de discusiones públicas y comportamientos caóticos.

En 2017, la pareja protagonizó varios incidentes que atrajeron la atención de la prensa y de las autoridades, incluyendo una disputa en un aeropuerto de Orlando que llevó a una investigación policial. Aunque no se presentaron cargos, el episodio dañó seriamente su reputación y contribuyó a su salida definitiva de WWE.