Sarah Stock se enfrenta a una ola de odio tras criticar a AEW

Sarah Stock se ha convertido en el centro de la polémica tras criticar un spot peligroso durante AEW WrestleDream. Lo que comenzó como una simple opinión técnica ha derivado en una tormenta online con tintes preocupantes: la exluchadora ha recibido incluso mensajes instándola a quitarse la vida después de defender públicamente a Vince McMahon, en plena controversia por la demanda de tráfico sexual que pesa sobre él.

Todo comenzó cuando Stock respondió a un fan en X, asegurando que la mayoría había caído en su juego. Explicó que las respuestas groseras solo demostraban su punto: que mostrar 'intentos de asesinato' en la lucha libre resulta ridículo. Según ella, muchos no comprenden la psicología del wrestling y se limitan a pensar que se trata de encadenar movimientos. Para rematar su mensaje, citó una frase atribuida a Vince McMahon.

Os la habéis comido. Vuestra reacción es predecible. Cada respuesta ignorante y ofensiva refuerza mi mensaje: el intento de asesinato en la lucha libre es una estupidez. Y pensabais que la psicología era solo juntar movimientos.  Regla número uno de la comunicación: conoce a tu público. - VKM,

Sin embargo, la cita no ha sentado nada bien a parte del público. Un fan la acusó de estar "citando a un violador" y de intentar desviar la atención tras haber sido una celosa”. Afirmó además que había perdido toda credibilidad salvo entre los más acérrimos detractores de AEW. La respuesta de Stock fue inmediata: negó rotundamente las acusaciones y aseguró que Vince McMahon nunca la había agredido, añadiendo que siempre fue amable con ella.

"¿Celosa de quién? Vince nunca me violó. Fue muy majo conmigo", escribió Stock, reafirmando su posición incluso cuando otro usuario calificó su defensa como “una locura”. Ella replicó: "¿Por qué es una locura no darle la espalda a alguien que me apoyó?".

La situación escaló aún más cuando un usuario publicó una imagen de MJF insinuando que debía quitarse la vida. Lejos de amedrentarse, Sarah respondió que podían decirle lo que quisieran, pero que ella se valoraba y disfrutaba de su vida. "Podéis pedirme que me quite la vida si queréis, pero no me da miedo. Me gusto, me gusta mi vida y me gusta Vince. No es para tanto ni nadie merece morir por ello", afirmó.

En mensajes posteriores, Stock volvió a defender a McMahon, señalando que no tenía nada que ocultar. Aseguró que él le enseñó más sobre el negocio que nadie y que, incluso cinco años después de dejar la compañía, seguía viviendo de los ingresos que generó allí. Para ella, resulta 'triste' ver cómo muchas personas pierden su lealtad por miedo a ser canceladas.

Decidlo en voz alta: ese tipo me enseñó más que nadie sobre el negocio y sigo cobrando por lo que hice allí. Fue bueno conmigo. Es triste cuando la lealtad se pierde por miedo a ser cancelado.

Las declaraciones de Sarah Stock han generado una de las discusiones más intensas del año en la comunidad de wrestling. Mientras algunos aplauden su franqueza y lealtad personal, muchos otros se muestran sorprendidos de que defienda a Vince McMahon, especialmente cuando el exmandatario de WWE aún afronta una demanda por tráfico sexual presentada por la exempleada Janel Grant.