Mick Foley estuvo a un paso de volver al ring, pero su cuerpo dijo basta

Mick Foley estuvo más cerca de lo que muchos imaginaban de subirse al ring por última vez. Durante su aparición en FanX 2025, el legendario icono confesó que meditó seriamente disputar un combate final para celebrar su 60 cumpleaños. Sin embargo, el paso del tiempo y el recuerdo de años de dolor acabaron imponiéndose a sus ganas de despedirse en acción.

Foley reconoció que su cabeza seguía dispuesta, pero su cuerpo no: "Estaba pensando en hacer un último combate para mi 60 cumpleaños, que ya ha pasado, y no lo hice. A veces la discreción es la mejor parte del valor. Si intentaba algunas de las cosas que quería hacer, destrozaría mis prótesis de cadera y rodilla". También recordó lo que vivió antes de ser operado: "No quiero volver a aquel dolor, no por ningún combate ni por ninguna cantidad de dinero".

Aun así, Foley estuvo tentado. El propio MJF le presentó una propuesta que, según Foley, habría dado lugar a un programa espectacular de seis semanas. Fue la oferta más convincente que recibió… y, pese a todo, no fue suficiente para arriesgar de nuevo su salud.

En la misma sesión, al WWE Hall of Famer se le preguntó por la cantidad de huesos rotos que acumuló durante su carrera. Lo que vino después fue una clase magistral de honestidad y humor negro marca de la casa. Foley explicó que alguien le había enviado una lista completa de lesiones y quiso evitar publicarla. Pero terminó revelando, una a una, las secuelas de décadas de castigo extremo.

La enumeración fue demoledora: quemaduras de segundo grado, muñeca rota, chips óseos, hombros separados y fracturados, un riñón magullado, músculos desgarrados, una oreja arrancada en dos tercios, nariz rota, dientes perdidos, mandíbula fracturada, un pulgar roto, 350 puntos de sutura, seis hernias discales, costillas rotas y un dedo del pie fracturado. Tras una pausa dramática, Foley remató con el golpe emocional definitivo: "…y un corazón hecho añicos".