El camino hacia Summerslam no es muy largo, tan solo dos meses nos separan del evento principal de la WWE en epócas veraniegas y del retorno a los rings del destroza-mitos, Brock Lesnar.
En Wrestlemania XXX, Lesnar rompió la racha de Undertaker ante la mirada de sorpresa de medio mundo, sabíamos que la bestia ya se había convertido en leyenda al lograr lo que muchos dudábamos que ocurriera jamás: que aquél hombre que hizo llorar a centenares de niños en su debut fuera derrotado en el evento más grande de la empresa. Desde esa noche, fatídica para unos y correcta para otros, el ex-campeón de UFC y ex-campeón de la WWE no ha vuelto a aparecer en los rings de la empresa de los McMahon; dejando todo el peso del micrófono en manos de Paul Heyman, que no ha dejado que la fanaticada olvidase ni por un segundo el lema de: "Break The Streak".
Heyman siempre ha sido un vendedor de baratillo con lengua de oro que ha logrado vender a los fans casi todo lo que se ha propuesto. Veo a Paul como un trilero embaucador capaz de vender hielo a un esquimal, mientras que a los fans del wrestling nos aviva con sus formas y su toque de arrogancia, dando voz a luchadores que brillan por su falta de carisma ante un microfono. Su dominio del micrófono ha favorecido siempre a sus figuras; exceptuando a CM Punk quien es el único que pudo rivalizar con él en cuanto a calidad y locuacidad.
En breves, el momento de ganarse a las masas con palabras habrá pasado y tornará el momento preferido por los que siguen a Lesnar en el ring: La hora de que semejante mastodonte regrese y aplaste a su rival. ¿Aplastar? Seguramente se tenga que enfrentar a John Cena, el baluarte de la empresa y Superman a media jornada que nunca se rinde; pues vuelvo a reiterarme en mis ultimas líneas: aplastar.
Es conocido por todos que Brock Lesnar tiene firmado e su contrato una ostentación del título máximo de la WWE, actualmente en posesión del marine-rapero. Le pese a quién le pese, Cena va a ser un campeón de transición que defenderá exitosamente el WWE World Heavyweight Championship en Battleground y acabará sucumbiendo ante Lesnar en el retorno de este último en Summerslam. Sin embargo, una idea pasa por mi mente desde hace ya unos cuantos días: como será derrotado John Cena en el evento más grande del verano. Algunos considerarán que dado los antecedentes del vigente campeón, este solo sucumbirá a la cuenta por pin después de alguna mezquina interrupción que favorezca a La Bestia Imparable en la que se ha convertido el ex-campeón de la UFC. Otros, entre los que me incluyo, creen que Lesnar se enfrentará al WWE World Heavyweight Champion y lo derrotará limpiamente en un No Disqualification Match, repitiendo la estipulación de Summerslam 2013.
Yo voy más lejos y creo que Lesnar ganará, y lo hará por sumisión. Si, habeis leído bien, opino y considero que John Cena haga algo que no ha hecho desde 2004: tapear la lona en señal de rendición. Acercándome a los confines de mi locura considero que este acto afianzaría la figura de Brock Lesnar como un oponente temible que ha triunfado donde la mayoria ha fallado: venciendo a Undertaker y eliminando a Cena por Sumisión por primera vez desde hace diez años. Tal acto afianzaría la peligrosidad, ya de por si grande, de enfrentarse a "Break The Streak", algo que le valdría de excusa para defender su campeonato en contadas ocasiones.
También consideraría este acto el fin de la intocabilidad casi suprema de John Cena, haciéndolo más humano, dejando que otros vayan tomando el testigo y pudiendo perder - algo que a mi parecer debió hacerse en el feudo con loa Wyatt pero no se hizo -. Añadiendo más a mi exposición, diré que una derrota o una victoria con trampas de Lesnar ante Cena, dañaría indirectamente la figura de Undertaker. Para los que piensen que deliro quisiera darles a entender mi postura: Brock Lesnar gano limpiamente a Undertaker en Wrestlemania. Si Lesnar cae ante John Cena o gana de forma ilícita, dejará la puerta abierta para la suposición de que "The Marinr" pudo haber derrotado en cualquier momento al sepulturero de la WWE, algo que podría abrir una brecha entre los fans; a la par de que haría perder la credibilidad y la silueta imponente que el de Minneapolis logró en Wrestlemania XXX.
Lesnar no es un recién llegado, no es una joven promesa, pero puede simbolizar un cambio en la WWE, cambio que se inicio con Wrestlemania XXX y que consiste en dar el punto final a grandes figuras y enormes legados, para dejar que otros tomen su lugar.
Cristóbal Meléndez escribió en su artículo que el actual WWE World Heavyweight Champion había sido el enterrador de la nueva era y, en parte, comparto su opinión. En parte porque Cena es un gran profesional que ha luchado lesionado durante meses y eso le honra, pero en parte comparto la opinión de ese artículo porque han sido poquísimos los mid-card o futuros Main Event que han dado la campanada derrotando a Cena. Actualmente, hay muy pocos Main Event en la WWE que hayan estado tanto tiempo como John Cena en la empresa, pero muchos de los que se han enfrentado a él han visto como su push acababa al sonar la tercera palmada y con ella, su derrota. Sea o no culpa de la empresa o del ego del luchador, lo cierto es que "The Marine" ha dañado algunas carreras que no han vuelto a repuntar y espero verlo rendirse en Summerslam, no por odio sino para ver que de verdad hay una cambio de dinámica en la WWE.
¿Quién podría derrotar a Brock Lesnar?, os estaréis preguntando. Sinceramente, solo pido que sea alguien joven que logre afianzarse en la empresa. Nunca criticaría el desempeño y la profesionalidad de Triple H o John Cena, pero empiezo a quejarme la falta de interés que la empresa tiene por darle importancia a jóvenes promesas que llaman a la puerta de la grandeza y al corazón de los fanáticos.
Juan Ramón Pontevedra
Para Solowrestling.com