Durante la reciente edición de WWE Raw, El Grande Americano volvió a la acción con una victoria llena de controversia sobre el representante de LWO, Dragon Lee, en un combate que combinó técnica, impresionantes vuelos y un final inesperado.
Desde los primeros minutos, ambos luchadores mostraron su estilo: mientras Lee apostó por su velocidad con movimientos como el diving crossbody y varias patadas al rostro, Americano impuso su rudeza con ataques como un shoulder tackle, bofetadas y castigos al cuello utilizando las cuerdas.
La intensidad aumentó cuando la pelea se trasladó a ringside. Americano castigó a Lee contra la barricada y lo lanzó hacia el público antes de regresar al cuadrilátero, proclamándose “el mejor luchador del mundo”. Dragon respondió con un sit-out powerbomb, patadas a las piernas y un double stomp desde la tercera cuerda, además de un espectacular tope con giro.
Sin embargo, cuando parecía que Lee tenía la victoria asegurada, El Grande Americano recurrió a un acto ilegal: escondiendo una placa de metal bajo su máscara justo antes de que Dragon lo devolviera al ring. En un instante, esquivó un ataque y ejecutó un flying headbutt reforzado, suficiente para obtener la cuenta de tres y sellar su polémico triunfo.