Eric Bischoff alerta que WWE podría romper el vínculo generacional con sus fans

Eric Bischoff ha encendido las alarmas sobre la nueva estrategia de precios de WWE. Para el exejecutivo, subir las entradas puede ser rentable de inmediato, pero a la larga amenaza con destruir la base que ha sostenido al wrestling durante décadas.

"A corto plazo, vas a ganar más dinero. Mientras el mercado lo soporte, puedes seguir subiendo precios hasta que finalmente encuentres el punto en el que te has pasado...", señaló en la última edición de su podcast 83 Weeks. Pero su advertencia fue más allá: si se expulsa a las familias, se rompe el ciclo generacional que mantiene vivo el negocio.

Los padres podían llevar a sus hijos y a los amigos de sus hijos a un evento de WWE o AEW, y se lo podían permitir. Esos niños crecían y llevaban a sus propios hijos. Si rompes ese ciclo, rompes la base de tu público.

Estas declaraciones llegaron tras los comentarios de Mark Shapiro, presidente de TKO, en la conferencia Goldman Sachs Communacopia. Allí defendió que WWE tiene margen para aumentar el “rendimiento” de los tickets, argumentando que Vince McMahon había mantenido los precios accesibles para familias durante años.

Bischoff admitió que desde la lógica empresarial la jugada tiene sentido, pero alertó que el beneficio inmediato puede convertirse en un problema existencial: "A corto plazo ganarás más, a largo plazo corres el riesgo de perder a la próxima generación de fans".

El debate sobre el modelo de negocio de WWE bajo el paraguas de TKO sigue abierto. Mientras la empresa busca maximizar ingresos en su expansión global, voces veteranas recuerdan que el corazón de la audiencia siempre estuvo en las familias que llenaban las gradas generación tras generación.

Los fans de WWE han notado un aumento significativo en el precio de las entradas. Para WrestleMania 42, el paquete Ringside Row 1 alcanzó un coste inicial de 70.000 dólares por asiento para las dos noches del evento, lo que supone un incremento considerable respecto a los 50.000 dólares del año anterior.

El último ejemplo de la situación actual de la empresa se vivió este fin de semana, con el anuncio de WrestleMania 43 en Arabia Saudí. Por primera vez, WWE llevará el show a un país fuera de Estados Unidos (y Canadá), algo que no ha sentado muy bien a los fans, especialmente a los americanos. La empresa se embolsará 250 millones por esta operación.